Blogia
noeliaMrobledillo

ESTUDIO DE CASO: TDAH ADOLESCENTE

INTRODUCCIÓN

 

Alteraciones de comportamiento, desatención, hiperactividad, oposición, impulsividad… son algunos de los síntomas que sufre esta alumna de 15 años.

Estamos ante un caso de TDAH. A pesar de que este trastorno ha estado presente durante su infancia, al llegar a la primera etapa de la adolescencia, la impulsividad de ha intensificado de manera significativa.

 

Las principales consecuencias psicosociales del TDAH en adolescentes se centran en el deterioro de las siguientes áreas; familiar, académica y social (con los iguales).

 

Fue tratada hace dos años por problemas de rendimiento y adaptación escolar, pero el tratamiento fue interrumpido. 

La madre muestra una actitud de cansancio debido a la situación descontrolada de su hija, que en estos momentos ha abandonado el instituto, muestra una conducta disocial, tiene problemas de consumo de alcohol… lo que ha generado un gran deterioro en su estabilidad.

 

Son los problemas característicos de este trastorno, junto con la presencia de otras dificultades propias de la etapa de la adolescencia, el detonante para que la madre, viuda desde hace tres años y madre de otros 2 hijos menores (uno de ellos diagnosticado también con TDAH), pida una intervención.

La hiperactividad es un trastorno diagnosticado durante la infancia que de no ser bien tratado seguirá afectando en la edad adulta, es por eso  por lo que opinamos que el diagnóstico precoz es vital; para instaurar el tratamiento adecuado, evitando problemas sociales y adaptativos secundarios, ya que la falta de intervención durante estos años dificulta gravemente la situación.

 

En casos como el que se nos presenta con esta alumna adolescente que padece el trastorno de hiperactividad se deben instaurar programas terapéuticos adecuados, multidisciplinares e individualizados cuanto antes. Los cuales detallaremos a continuación.

 

INTERVENCIÓN TERAPÉUTICA

 

Los planes de tratamiento del adolescente TDAH debemos plantearlos a largo plazo, e incluyendo además de la medicación necesaria, intervenciones medioambientales y conductuales que tengan en cuenta a los niños, familias y escuela. Se trata de una intervención multidisciplinar que requiere un trabajo coordinado entre profesionales, por una parte los profesionales sanitarios (pediatra (o médico de familia), psiquiatra, neuro-pediatra), y por otra los profesionales educativos (profesor-tutor, profesor de educación especial, psicopedagogo), cuyo interlocutor principal va a ser el psicopedagogo que por su formación puede actuar en la coordinación del problema en el contexto escolar.

 

El tratamiento del adolescente con TDAH debe tener en cuenta la complejidad del trastorno, y establecer un plan terapéutico estructurado e individualizado, que tenga en cuenta además de los síntomas centrales del trastorno.

 

 El adolescente que al  presentar  problemas de tipo neurológico que implican, entre otros síntomas, comportamientos de hiperactividad o inatención, tiene justificada su visita al neurólogo, siempre que  un psicólogo clínico lo crea necesario, si bien habiendo pasado las pruebas correspondientes y su entender resulta innecesario, el psicólogo clínico  les entregará, si así corresponde, el diagnóstico de TDA o TDAH.

 

El psicopedagogo realizará un proceso de valoración Individual y Contextual del adolescente del cual obtendremos las intervenciones o pautas a seguir.

 

Sabemos que durante tres meses estuvo tomando metilfenidato, (modificando artificialmente el funcionamiento cerebral) un medicamento que permanece en la corriente sanguínea y esto permite al niño estar más atento a las tareas escolares o a las explicaciones de los profesores, sin embargo abandonó el tratamiento y no se combinó con los  apoyos educativos adecuados. Esta vez creemos conveniente que se realice un nuevo diagnóstico terapéutico que determine si necesita tratamiento farmacológico y en ese caso, coordinarlo con el papel del centro educativo y la familia.

 

INTERVENCIÓN EDUCATIVA

 

El profesorado contribuye a la normalización de su vida escolar, mediante el ajuste de la respuesta educativa a sus necesidades, ha de favorecer el desarrollo integral del alumno y propiciar su integración, tanto en el centro como  en el aula, como en su entorno. Cuando se trata de reducir y controlar el comportamiento de los niños hiperactivos, es imprescindible que los maestros implicados adopten actitudes positivas y diseñen un proceso de enseñanza con actividades muy estructuradas, acordes con las habilidades, destrezas y limitaciones que presentan estos alumnos.

 

La adolescente hace unos meses que dejó de asistir al instituto, en este caso intervendremos para concienciar y motivar a esta alumna para que regrese al sistema educativo, buscando para ella salidas a cursos de formación ocupacional, de carácter  práctico, que puedan ser atractivos para ella y que tengan un carácter profesional, pensando en que pudiera tener un pronto paso a la vida laboral.

 

INTERVENCIÓN CON LA FAMILIA

El papel de los padres resulta imprescindible para la recuperación del adolescente hiperactivo.

En el caso de esta alumna, tiene de referente únicamente a su madre, cabeza de familia encargada de cuidar y mantener a dos hermanos más y al abuelo. La madre tiene que postrarse con una entereza absoluta a pesar de las circunstancias, ya que debe representar para su hija una fuente de seguridad, un modelo a seguir, va a ser la base fundamental sobre la que construir su escala de valores, por lo que si esta madre se debilita y se desespera no podrá transmitir ese concepto de disciplina y autoridad tan necesario en la vida de la adolescente. Las reglas y expectativas deben ser claras y consistentes dándole a conocer las consecuencias de sus actos y cumpliéndolas de inmediato.

 

INTERVENCIÓN SOCIAL

No queremos profundizar en líneas de actuación educativas o familiares, porque creemos que en este caso concreto, en la adolescencia, una de las prioridades es diseñar una intervención social muy cuidada, ya que esta adolescente experimenta dificultades en la interrelación con sus compañeros debido a su impulsividad, hiperactividad y agresión. Los problemas con los compañeros y el rechazo del grupo que experimentó durante la infancia continúan hasta la adolescencia. Además, la ausencia de relaciones positivas con los compañeros en los primeros años puede que limitaran las oportunidades para practicar y perfilar destrezas sociales, lo que acentúa los déficit existentes. Finalmente, la importancia de relacionarse con los compañeros ha amentado durante la adolescencia. Por lo tanto, las dificultades para entablar y conservar esas relaciones ha perjudicado cada vez más el funcionamiento social por ello se le ve en compañía de gente mayor con mala presencia.

 

Puede ser necesario algún tipo de estrategias y técnicas de entrenamiento en solución de problemas cognitivos, interpersonales, que ayuden al adolescente a mejorar sus relaciones sociales.

ESTRATEGIAS DE TRATAMIENTO

Cuando se han identificado las áreas de destreza social que han de fortalecerse se puede usar la instrucción, el modelado, el juego de roles o retroalimentación en un ambiente seguro, tal como un grupo de destrezas sociales dirigido por un terapeuta. Algunos cimientos sobre los que construir sus destrezas sociales son:

Conocimiento: Puede suceder que las destrezas sociales mejoren cuando son comprendidas

Actitud: Los paciente de TDA/H deben mantener una actitud positiva y estar abiertos a la evolución, así como a la retroalimentación que los demás brindan.

Juegos de Rol: Es una buena forma de practicar con los otros.

Observar a los demás: Viendo las actitudes de otros, de las cuales ellos carecen, pueden aprender bastante. 

Visualización: puede usarse para obtener práctica adicional y mejorar la capacidad de la persona para aplicar las destrezas en otros ambientes

Proporcionar contextos en los cuales se den estas posibilidades es una forma de poner en práctica éstas ideas, también cabría la posibilidad de brindarle la oportunidad de participar en actividades sociales estructuradas, como deportes, clubes o grupos juveniles que pueden proporcionar experiencias positivas para contrarrestar otras interacciones potencialmente negativas.

 

Técnicas de tratamiento:

Los tratamientos que de manera más frecuente se utilizan en la escuela son los de modificación de conducta, los tratamientos cognitivo-conductuales y los tratamientos psicopedagógicos.

 

1. Técnicas de modificación de conducta; aquí nos encontramos técnicas del modelado, reforzamiento de conductas alternativas, o técnicas como la extinción o el costo de respuesta para reducir conductas negativas.

 

2. Técnicas cognitivo-conductuales;

En lo primero en que tendríamos que basar nuestra intervención sería en concienciar a la adolescente de su problema grave conductual, y a partir de ello enséñala tácticas para entrenar su autocontrol ayudándola a que reflexione sobre las alternativas de solución y autoevaluándose sus propias acciones para prever y analizar las posibles consecuencias.

Entrenamiento en habilidades sociales mediante el entrenamiento de habilidades como: conocer, entender y respetar las normas sociales; potenciar hábitos de interacción positiva; reforzar el estilo comunicativo respetuoso: no interrumpir, guardar su turno, mantenerse en el tema y terminar la conversación, responder adecuadamente a las críticas etc.

 

CONCLUSIONES

 

Desgraciadamente, el TDAH es un trastorno que si no se trata adecuadamente cuanto antes, los efectos sobre la persona que lo sufre y de su entorno social, puede llegar a ser muy negativo. Un diagnóstico e intervención a tiempo ,junto con un adecuado seguimiento, ayuda a minimizar el trastorno y en este caso no se habría llegado a la magnitud que ha adquirido el caso, pudiendo haber evitado los problemas de aprendizaje, el abandono escolar, las conductas disociales y los desajustes emocionales que sufre la alumna. No obstante, creemos que lo más inmediato es intervenir para no seguir en esa involución, por ello apostamos por informar y asesorar a todo el entorno para que cada uno sepa y desarrolle su tarea, puede que la madre no haya actuado antes simplemente porque no sabía cómo. La propia paciente, pese a estar en una edad delicada esta en una edad capaz de entender y concienciarse de las circunstancias, con su voluntad podemos retomar la situación. Encontrar una alternativa educativa que le satisfaga y dotarle de las destrezas sociales necesarias para que interactúe en un ambiente sano y equilibrado como el que ella necesita.

 

Intervención elaborada junto a Maria Yagüe y Cristina Corral.

0 comentarios